Allí los vi.

En mi corazón sentí de ver que pasaba con quien tengo a mi lado,

En ellos quise buscar respuestas y buscándolos, los mire a los ojos,

Entonces fue allí que me espanto lo que logre ver más allá de mí.

Vi sus almas vacías, llenas de dolor, resentimientos y tristezas.

Los vi caminando hacia el precipicio de sus decisiones equivocadas,

Llevando sus vidas hacia responsabilidades que no podrán soportar.

Los vi aborreciendo a un Dios que los ve con ojos de piedad,

Porque en sus corazones lo hicieron responsable de sus errores.

Los vi llorando por problemas sin alguien que les tome de sus manos,

Sin quien se siente a su lado y les diga las palabras correctas para consolarlos.

Los vi con sus miradas perdidas mirando fríamente el vació con sus ojos tristes,

Divagando en sus mentes, sin estar concientes de quien le asecha por detrás.

Los vi bailando con su peor enemigo y alegrándose con el,

Pues no son capaces de alegrarse con sus vidas y ser felices con sabiduría.

Los vi quebrando sus almas dando cosas valiosas de si mismos,

Pagando demasiado por migajas de lo que ellos llaman el amor.

Los vi despreciados por amigos al ser diferentes, vi sus angustias inmensas,

Por haber permitido que palabras necias entraran y los confundieran.

Los vi solos entre la multitud creyendo que su popularidad los ayudaría,

Queriendo despegarse de vacíos enormes que la gente no puede llenar.

Los vi peleando por sus vidas porque un malintencionado los llevo allí,

Dándole algo que apaga su conciencia y le quitaría su dolor por un momento.

Los vi matando con su frialdad lo poco de amor que hay en sus corazones,

Pues no quieren pagar el precio que el amar los abría recompensado a ser felices.

Los vi irritándose por nada e hiriendo con la espalda a los valores morales,

Y unos tímidos y amorosos ojos de padres que quedaron sin comprenderlos.

Los vi pidiendo ayuda a su manera y alguien que los contó como un numero,

Se enriqueció los confundió y fue hipócrita, sin tener en cuenta sus diferentes problemas.

Los vi allí tirados en la calle sin rumbo en sus vidas, doliéndome en mi alma,

Sentí que eran presos de falsos encantos de la noche y llore por ellos.

Supe de ellos, me compadecí por ayudarlos, tomaron mi mano un momento,

Y sus dedos se desprendieron de a uno de mi ayuda y cayeron en si mismos.

Quise pero no pude, intente pero no llegue, solo quiero que Dios sepa de ellos

Y que mi mano sea algo que el use y los sostenga.

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